La triguereña Ana Ramos vive en Madrid desde hace 5 años, aunque antes de mudarse a la capital estuvo residiendo en varios lugares fuera de España, como Praga (República Checa), Burdeos (Francia), Luxemburgo, Varsovia (Polonia) y Bruselas (Bélgica).
«Todas mis experiencias fuera de España han sido muy enriquecedoras. No sólo me han permitido estar en contacto y sumergirme en ambientes culturales distintos, sino que además me ha ayudado a mirar con perspectiva muchas cosas; a valorar lo que tenemos en España y Andalucía, desde las relaciones sociales y familiares, a la forma de vida o el clima, por supuesto.
Cuando vivía fuera estaba totalmente obsesionada con la luz y el cielo de Huelva. Creo que todavía estoy convencida de que no hay un cielo más azul que el de allí. Jajaja….
Pero no todo es apreciación por lo que se tiene en casa, claro. Vivir fuera y experimentar otros sistemas políticos y sociales, así como conocer otras formas de pensar y hacer las cosas también te hacen ser un poco más crítico con lo tuyo», cuenta a triguerosnoticias.es
-¿Cuándo y por qué te marchaste?
-Me mudé por primera vez fuera de España en 2011, cuando me fui de Erasmus da Praga. Casi todas mis estancias en el extranjero han sido por estudios -tanto durante mi licenciatura como luego para el Máster, que también lo hice fuera- aunque otras veces ha sido por trabajos o prácticas, particularmente mis estancias en Luxemburgo y Bruselas. Luego, ya me mudé a Madrid porque me salió una oportunidad de trabajo en una agencia de la ONU, y aquí sigo…
-¿A qué te dedicas actualmente? ¿Cuáles son tus estudios / formación?
-Yo estudié Ciencias Políticas y me especialicé en Asuntos de la Unión Europea (UE). Actualmente trabajo en Humana, una ONG internacional que se dedica a implementar proyectos de Cooperación al Desarrollo en África subsahariana, Asia y Latinoamérica.
Más concretamente, yo llevo las relaciones de todas nuestras oficinas con la UE, doy seguimiento a las políticas y programas de financiación y desarrollo estrategias de desarrollo institucional.
Una de las fuentes de financiación de los proyectos de cooperación que llevamos a cabo en nuestra organización es la recogida y venta de ropa de segunda mano, así que aprovecho para animar a los triguereños a darle una segunda vida a la ropa que ya no usan y a depositarla en los contenedores de Humana, que también están en Huelva. Además de contribuir al medio ambiente, estaréis ayudando al desarrollo de comunidades desfavorecidas en países en desarrollo.
-¿Echas de menos Trigueros? ¿Hablas a menudo con tu familia y amigos?
-La verdad es que desde que vivo en Madrid voy bastante, y más desde que teletrabajo. Intento ir una vez al mes, siempre que las restricciones del COVID19 lo permiten. Así que casi no me da tiempo a echar de menos ni al pueblo, ni a los míos. Claro que siempre da pena no compartir la vida cotidiana con ellos.
-¿Te planteas volver de manera definitiva alguna vez?
-No. Me encanta ir a Trigueros, pero para mí es ya un lugar para desconectar, para ir de vacaciones. Yo personalmente prefiero vivir en una ciudad más grande. Aunque algo que sí me planteo a largo plazo es vivir en Andalucía.
-¿Qué añoras más de tu tierra?
-A mi familia, la comida, las horas de luz, la playa.
-¿Se valora más Trigueros cuando estás lejos?
-Claro. La falta de prisa, la tranquilidad, la cercanía de la gente… ¡Hasta los precios!
-¿Hablas de tu pueblo a tus nuevos amigos?
-¡Sí! ¡Y he llevado a muchas de ellas! Creo que siempre es gratificante contar sobre las tradiciones del pueblo, y enseñar videos, sobre todo del Santo o de las Capeas, y ver la fascinación de la gente. Las reacciones son siempre geniales.
-¿Qué es para ti Trigueros?
-Para mí Trigueros es casa, es familia. El punto de partida al que siempre vuelves. Evidentemente, lo que era para mí Trigueros cuando tenía 8 o 14 años no tiene nada que ver con lo que es Trigueros para mí hoy en día. Pero no importa cuánto tiempo pase desde la última vez que fuiste, la esencia nunca cambia y eso reconforta.
-¿Cómo estás viviendo la situación de pandemia fuera?
-Pues sobreviviendo, creo que como todos. Las tasas de contagio en Madrid han sido muy altas y es cierto que por mucho cuidado que tengas, es una ciudad de 3-4 millones de habitantes, por lo que siempre hay mucha gente y el riesgo es más alto, lo que te hace vivir con un poco más de miedo. Aparte de eso, echo muchísimo de menos viajar.
-¿Qué te preocupa más de esta situación?
-Además de la preocupación obvia por el Covid-19, me preocupa el impacto que la pandemia está teniendo en la salud mental de la población; en el aumento de las familias en situación de pobreza; y en el empeoramiento de la desigualdad de género, ya que las mujeres somos especialmente vulnerables dado nuestro “rol” tradicional como cuidadoras dentro del entorno familiar y como trabajadoras de atención sociosanitaria de primera línea.
-¿Quieres mandar un mensaje a los triguereños que te están leyendo? ¿A alguna persona/s especialmente?
-Mando un beso enorme a mis amigos, tanto los que están allí como los expatriados como yo, y por supuesto a mi familia, en especial a mi abuela.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)