El pasado mes de octubre los hermanos Jorge y Antonio Mayorga vivieron una experiencia única por muchos motivos, primero por la dureza de esos días subidos a un coche de más de 40 años y por otro la gratitud de repartir material solidario a niños y niñas que lo necesitan.
El primer día antes de comenzar la aventura se encontraban más de 130 coches en el puerto de Algeciras que les llevó hasta Tánger donde comenzaron la primera etapa, ni más ni menos que 400 km por carretera hasta llegar al primer campamento donde se quedaron a dormir «Nosotros el coche lo habíamos probado por Trigueros, por Huelva, pero no le hemos dado tanta paliza, y esos 400 kilómetros se hicieron un poco largos» nos decía Jorge.
En un Diane 6 de 44 años ya hace que la experiencia sea única y sobre todo para dos apasionados del motor y si a eso le añadimos dormir en campamentos, incluso con la lluvia como compañera en algunos días, hacía que esta aventura fuese dura » la ruta por los caminos nos encontrábamos chabolas y casas en medio del desierto y cada vez que veíamos a alguien nos parábamos y dejábamos lápices, cuadernos y un poco de material, tampoco mucho porque se trata de repartirlo entre mucha gente y son muchos días».
Iban pasando días y rutas por la que se iban viviendo todo tipo de experiencias, muchas de ellas duras, pero eso lo hacía más bonito si cabe «Vernos a nosotros por allí en ese coche era un espectáculo y llegar a la meta era un reto cada día» decía este aventurero que a la vez nos contaba por un lado lo gratificante que resulta «repartir material a personas en el desierto , sin nada, y con cualquier cosa que le des se vuelven locos, ver las caras de los niños cuando le das el material te llena mucho, y por otro lado a nosotros que nos encantan los coches, vivir esta aventura en el Diane 6 ha sido algo inolvidable, incluso mi padre que nos veía desde casa estaba más ilusionado que nosotros «
La noche de la etapa 5 a la 6 «te quedabas en medio del desierto, ese día no íbamos al campamento, en total de las dos etapas eran 400 kilómetros por pistas, por arenas, por piedras, que eso para nosotros ha sido una locura porque hemos terminado reventaos, porque hemos estado doce horas conduciendo sin apenas parar porque teníamos que llegar a meta a una hora y eso ha costado trabajo».
Al término de la experiencia , llegando a Marraquech, «teníamos dos noches de hotel, la del viernes y la del sábado y decidimos venirnos ya el sábado por la mañana porque eran 600 y pico de kilómetros y no sabíamos si el coche iba a aguantar, teníamos que coger el Ferry y no nos fiábamos. El camino de vuelta fue una película, lluvia, neblina, se nos partió el capó, en fin una locura pero bueno al final lo conseguimos y todo salió bien»
Una vez vivida esta aventura les preguntamos si repetirían la experiencia y lo tienen claro «repetiría pero en otro coche, ya hemos vivido la experiencia en este y ha sido más duro de lo que esperaba. Pero en resumen lo hemos pasado genial, conoces gente, convives, haces amigos y la satisfacción de repartir material solidario ha sido impresionante»
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