La Hermandad del Rocío de Trigueros ha vivido estos días sus cultos previos a la celebración de Pentecostés. Unos actos que comenzaban el 21 de abril con el primer día de Triduo y que culminaban el pasado 24 de abril con la Función Principal en la Parroquia de San Antonio Abad de la localidad.
«En esta primavera en la que no vamos a poder vivir la Romería del Rocío, nos unimos en oración en torno a la Blanca Paloma y nos preparamos en este camino espiritual que nos llevará hasta Pentecostés para vivir un verdadero Rocío de Esperanza», destacaban desde la hermandad.
Rocío González, Hermana Mayor de la Hermandad del Rocío de Trigueros, hace un balance muy positivo de los cultos, ya que, a diferencia del año pasado, la situación de la pandemia ha permitido una mayor afluencia de personas, por lo que ha habido más participación.
«Hemos podido contar con la asistencia de un número mayor de hermanos. Estoy muy contenta porque hemos tenido aforo completo casi todos los días, los hermanos han disfrutado mucho de estos días, y hemos podido contar con los tamborileros y el antiguo coro de la hermandad ‘Aires de Campiña’, que el pasado año no pudo acompañarnos», cuenta Rocío a triguerosnoticias.es
La Hermana Mayor afirma que este año, dentro de la «nueva normalidad», los actos han podido realizarse, prácticamente como de costumbre: «la situación ha sido muy distinta a la del año pasado. Quitando las mascarillas y las normas de seguridad, parecía que nos estábamos preparando verdaderamente para la romería», confiesa.
A pesar de que la romería tampoco será posible este 2021, la hermandad acepta la situación con optimismo y fe: «Lo afrontamos con mucha esperanza, como bien dice el lema de este año, ‘El Rocío de Esperanza’. Tenemos ilusión de que todo, poco a poco, vuelva a la normalidad, que la vacunación vaya funcionando y que el próximo 2021 podamos volver a salir al camino, que es la ilusión más grande de los rocieros. Mientras, toca cuidarse, ser responsables y celebrar todo lo que viene dentro de lo que nos permita esta nueva normalidad».
Los miembros de la hermandad ya tienen la vista puesta en lo próximo: la preparación de los actos de Pentecostés.
