La pandemia no ha podido ni podrá con la cultura en Trigueros.
Tras el breve parón de las actividades culturales y deportivas como medida de seguridad para la contención del virus, los talleres municipales vuelven a reanudarse regalando ilusión y optimismo a los triguereños.
En un año especialmente convulso marcado por la sombra del coronavirus, las actividades de ocio en la localidad se vuelven cada vez más indispensables.
Los triguereños que forman parte del Taller Municipal de Pintura vuelven a disfrutar, a pesar del Covid, de este espacio para el arte y la convivencia entre vecinos con el que cuenta el municipio desde hace ya varios años.
Un taller que traspasa fronteras y que brinda a sus usuarios la posibilidad de compartir la afición de la pintura con vecinos de otros municipios de la provincia.
Ejemplo de ello fue la participación de los triguereños en el Concurso de Pintura Rápida de Santa Bárbara de Casa hace unos meses.
El concurso tuvo lugar el sábado 29 de febrero de 2020, y en él participaron vecinos de Santa Bárbara de Casa, así como algunos integrantes de los Talleres Municipales de Pintura de Villanueva de los Castillejos, Puebla de Guzmán, Las Herrerías, y de los dos municipios en los que imparte clases el profesor triguereño Job Flores: San Bartolomé de la Torre (12 participantes), y Trigueros (26 participantes
Este evento de pintura rápida al aire libre, se desarrolló en el marco de la Feria de Muestras de Santa Bárbara de Casa, y fue promovido por el Ayuntamiento de dicha localidad y por la Mancomunidad Beturia. Lipantes).a organización se encargó del transporte, la comida, los lienzos y la pintura, permitIendo que los participantes pudieran disfrutar plenamente del evento y de la asistencia a la feria transfronteriza.
El triguereño José Manuel Fernández se alzó con el primer premio, de 400 €. Un vecino cuya pasión por la pintura le ha llevado a formar parte de este taller desde sus inicios, convirtiéndose en pieza indispensable en el equipo de «Job» y en la cultura de Trigueros.
En triguerosnoticias.es conocemos mejor la experiencia de este arraigado triguereño, fiel a su tierra, amante de sus tradiciones y acérrimo defensor del arte en todas sus vertientes.
TN- ¿Cómo recuerdas tu participación en el Concurso de Pintura rápida de Santa Bárbara de Casa?
José Manuel – Fue una bonita experiencia, esperada por todos los comapañero@s. No era la primera salida a pueblos del Andévalo, aunque esta fue especial por el premio del certamen.
La Mancomunidad Beturia organizaba encuentros transfronterizos culturales en el que incluía la práctica de pinturas. Una actividad que me permitía disfrutar de mi hobby al aire libre en un espacio natural. Este fue, si mal no recuerdo, tras la jornada de la finca Huerto Ramírez y Alcoutim, en Portugal, la tercera jornada, y como digo, fue especial por el premio que el Ayuntamiento de Santa Bárbara ofrecía a los ganadores del certamen para promover la primera jornada cultural-comercial y dar a conocer los productos del pueblo.
Cuando llegamos al pueblo, hacía un día poco soleado y poco apropiado para pintar al aire libre, no conseguía encontrar las luces que proporciona el Sol y cambié la idea que traía. Tras recoger el lienzo y las pinturas salí con dirección a la ermita y al pasar por una zona que consideré tranquila, observé un bello árbol en una cumbre que pude reflejar en el lienzo. Uno de los elementos más bellos del entorno, que por su antigüedad y ubicación perfectamente podían ser símbolo del pueblo.
Fué una bonita mañana y el trabajo que elegí fué un acierto. Estaba resultando y me sentía cómodo. Recibía la visita de jóvenes y mayores que se sorprendía al ver pintore@s por el pueblo. Tras mi persona sentía el calor de ellos que opinaban sobre la obra en creación. En definitiva, un magnífico día que culminó con el primer premio, que tras el almuerzo con los compañeros en un restaurante de la zona, recibí de la mano del señor Alcalde.
TN – ¿Qué significó para ti ganar el primer premio?
JM- Algún premio esperaba pero el primero, teniendo en cuenta que participaban algunos profesionales, me sorprendió gratamente. Me consta que fué una alegría compartida por Job Flores y los compañero@s.
El premio me permitió invitar a merendar a los compañeros y comprar un jamón del pueblo. Tenía que repercutir algo en el pueblo que me premió por participar en un encuentro de amigos a gastos pagados.
Sinceramente, agradecido por el premio y reconocimiento, pero la pintura rápida es una técnica que se realiza con pintura acrílica que conozco muy bien y es una gran ventaja ante los compañeros que no la practican. Cualquiera de ello@s podría haber ganado el premio.
TN- ¿Cómo fue compartir la afición de la pintura con vecinos de los talleres municipales de otros pueblos como Villanueva de los Castillejos, Puebla de Guzmán, Las Herrerías…?
JM- Todo lo que sea compartir un rato, una jornada con personas que tienen tus mismos gustos es muy interesante. Aunque el 90% del tiempo estás tú solo con el lienzo y pinceles frente a una pantalla donde aparece el paisaje, etc. que quieres inmortalizar, el resto del tiempo, mientras viajas hasta el lugar de encuentro, y o en la sobremesa suelo cambiar impresiones sobre los trabajos y mi experiencia con las diferentes técnicas.
TN – ¿Desde cuándo formas parte del taller municipal de pintura de Trigueros?
JM- Desde hace muchos años. Quizás desde los inicios de los talleres. Muy posiblemente desde el año 2004 2005, fecha en la que me ví obligado a dejar de trabajar por una enfermedad.
TN- ¿Qué te aporta este taller? ¿Qué es lo mejor?
JM- En su momento el taller me permitía aprender, distraerme y relacionarme. La pintura me ayuda a aliviar los contratiempos de la vida. Si te centras en tu obra no dejas espacio para perder tiempo con pensamientos que son sueños, sueños NO REALIDADES, que te hacen difícil la vida.
Ocupaba el tiempo con la pintura en sus diferentes técnicas, especialmente la acuarela que no contenía los materiales tóxicos que en aquella época me podía perjudicar.
A través de esta técnica, con una simple cartulina y poco espacio, conseguía bonitos resultados que utilizaba, principalmente, para hacer christmas navideños para todos mis amigos y conocidos. Práctica que dejé cuando llegué a pintar en los meses de noviembre y diciembre casi cien y suponía un esfuerzo que no consideraba adecuado.
A partir de allí el óleo y poco tiempo pasé al acrílico, que me resulta más cómodo, principalmente por la rapidez del secado y sin el olor molesto de los disolventes y aceites.
Actualmente estoy centrado en mi acrílico con una colección de retratos de los pases, que me parecieron más artísticos, de nuestro maestro David de Miranda. Me está costando mucho tiempo, pero el confinamiento me está ayudando. Teniendo en cuenta que solo pinto en mi casa de Los Pinos de Valverde y que ahora vivo allí lograremos acabarla- Al menos es lo que espero.
TN- ¿Hay talento en Trigueros?
JM- En Trigueros hay talento y, sobre todo, los niños tienen la suerte de contar con un gran profesional que sabrá encontrar, preparar y motivarlos para que lo escojan como salida profesional y o aprendan a utilizar los elementos que le proporcionará unos conocimientos que le llevará a disfrutar de este bonito arte.
Qué decir de Job. Yo creo que no sabemos lo que tenemos con Job. No se podría haber encontrado a otro mejor para realizar el gran trabajo que hace. Tiene unas cualidades para la docencia increíbles, nos trata con tanto respeto y cariño que sorprende, sobre todo por lo joven que es y el temple que demuestra.
Él dice, y es cierto, que todas las obras recogen detalles personales de cada alumno. Yo digo que todas las obras de la escuela taller de Trigueros tienen detalles de nuestro profesor, de tal forma que, bromeando, le digo muchas veces que todas deberían llevar dos firmas y una de ella es la de Job.
Es un gran profesional. Como Licenciado en Bellas Artes tiene unos conocimientos amplios que le permiten conocer y enseñarnos todas las técnicas.
No lo he visto en ningún momento alterado aunque muchos días le damos motivos para estarlo. Sabe darle a cada uno lo que necesita y sobre todo tiene algo que no se aprende en la Universidad. Es lo que conocemos en los pueblos como «buena persona». Confío en que nuestro Ayuntamiento no lo deje escapar. Perderíamos mucho, sobre todo los alumno@s de la escuela taller.
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