El sábado 16 de Julio era un día grande para Trigueros, su patrona iba a procesionar por sus calles después de 2 años sin poder hacerlo y la devoción y fe por la Virgen de los triguereños y triguereñas se comenzaba a sentir en la Iglesia del Carmen , abarrotada de fieles y en todo el pueblo que aguardaba en la Plaza.
La solemne función de Iglesia junto al antiguo convento carmelita estuvo presidida por el párroco de la localidad , D. Rafael Benítez, acompañada magistralmente por la Coral Polifónica “Gaudeamus” que dirige Abel Moreno y por una amplia representación del Ayuntamiento de Trigueros que junto a la hermandad del Carmen y todas las hermandades de gloria y penitencia de la localidad y numerosos fieles aguardaron con devoción en el interior del templo, a pesar de las elevadas temperaturas de esa tarde.
Pasaban las 9 y media de la tarde noche del 16 de Julio cuando la patrona de Trigueros salía a disfrutar de su pueblo, a sentir las miradas de sus fieles y de todos los triguereños y triguereñas que abarrotaban la Plaza del Carmen y que acompañaron a su virgen durante el recorrido que este año discurría por las calles adornadas, Moguer, Antonio Machado, La Orden y de nuevo regresaba a la Plaza del Carmen ya entrada la noche entre los aplausos de su pueblo que este año si pudieron ver a la Virgen del Carmen por las calles.
500 AÑOS DE DEVOCIÓN
El origen de esta tradición comienza en el año 1522, cuando se instaló en Trigueros una comunidad de Carmelitas Calzados. Se asentaron en las afueras, un tanto retirados, en una ermita, mientras construían un convento consagrado a Nuestra Señora de Consolación en pleno centro, situado en la que ahora se denomina plaza del Carmen. Era una época de abundancia, de mucha limosna, y estos hermanos tuvieron mucho éxito en la zona. De hecho, durante el siglo XVI y XVII fueron numerosas las comunidades de Carmelitas Calzados que se asentaron en la provincia de Huelva, primero en Gibraleón y luego en San Juan del Puerto, Escacena, Aracena, Villalba del Alcor… quizás atraídos por la tranquilidad de la zona.
Tras la etapa de esplendor, llegó la desamortización y muchas de estas pequeñas congregaciones acabaron desapareciendo. En Trigueros, el convento se cerró y luego pasó a manos de particulares. Pero en 1944, llegaron los Carmelitas Descalzos al municipio y comenzó a promoverse el culto a la Virgen del Carmen, aunque la tradición dice que se veneraba desde mucho antes de ser proclamada Patrona de Trigueros. Fue finalmente el obispo Cantero Cuadrado quien proclamó este patronazgo el 10 de junio de 1957.
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